Romería del Cristo de las Batallas
Es el día en que se celebra el patrón de Toro. Su festividad se celebra contando cincuenta días después del Domingo de Resurrección, coincidiendo con el Lunes de Pentecostés, es una de las principales romerías que se celebran en la provincia como se refleja en el calendario de fiestas y romerías de la Excma. Diputación de Zamora.
Durante los nueve días anteriores a la fiesta se celebra la novena, a la que acuden los hermanos de la cofradía y numerosos vecinos de la localidad. El día anterior a la festividad se celebran, por la tarde, las vísperas, celebrando después de éstas la asamblea general de la cofradía, en la que los abades reparten a los cofrades un dulce típico llamado “bizcochón” y la pradera cercana a la ermita comienza a llenarse de adultos y jóvenes que bajan sus meriendas y sus utensilios para pasar allí la noche. El día de la fiesta, desde muy temprano comienzan las misas en la ermita, algunas dedicadas a diversas asociaciones de la ciudad ya que, no debemos olvidar, al Santísimo Cristo se le atribuyen numerosos milagros, plasmados muchos de ellos en la colección de exvotos conservados actualmente en la iglesia de San Sebastián. A las doce del mediodía se celebra la misa mayor, a la que acuden Autoridades, directivos de la cofradía y público en general.
Después de la Eucaristía, los mayordomos que hacen la fiesta obsequian a los demás cofrades con una limonada y dulces típicos. El numeroso público que se concentra en los alrededores de la ermita, preparan sus comidas y organizan diferentes juegos de mesa, para los más pequeños se instalan hinchables y otro tipo de juegos para pasar la sobremesa.
A las seis de la tarde comienza la procesión, con las imágenes del Cristo de las Batallas y la Virgen de la Guía, alrededor de la ermita y en la que participa la Banda Municipal de Música “La Lira”. Al finalizar la procesión, el público asistente se queda en la pradera disfrutando de las sabrosas meriendas y de la compañía de amigos y familiares hasta el anochecer y dar así por terminada la celebración.