La cultura y el vino son los baluartes de una zona que rompe con las estadísticas en la provincia, Toro y su alfoz son los máximos exponentes de una política acertada y controlada sobre las promociones de lo que realmente llena la ciudad de visitantes y compromete a las personas en la construcción de un futuro mejor.

La pandemia no ha sido mella para una feria que aunque estuvo amenazada por las tormentas del domingo ha dejado claro que en toro el tinto es el conductor, la cultura el origen y las personas la base para que una comarca crezca, tenga oportunidades de trabajo y sea espejo de otras zonas que mantienen el letargo donde hay cientos de salidas y oportunidades. 

Aún queda mucho que mostrar en este Toro infinito que mantiene una estupenda salud y un crecimiento sostenido y sostenible que le llevan a marcar el hito en la provincia de Zamora en cuanto al turismo, la cultura, la música y los eventos multitudinarios que han dado a la ciudad un verdadero caracter cosmopolita y cultural que volverá por sus fueros con la Iberoamericana en su II edición y que tendrá a Perú como país invitado en este 2022.